Sé tu propio palacio o el mundo será tu prisión

Nos hace falta sabernos  y creernos poderosas

La feminización de la pobreza es un hecho. La falta de oportunidades de empleo acordes con la formación, otro. El acoso y, cuando cabe, la violencia, otro más. Todo ello para un colectivo cuyo único defecto visible parece ser el no haber tenido la previsión de nacer con otro sexo. – Amelia Valcárcel.

Vive en mí una gran inquietud al saber que factor determinante en que se  genere y  persista la violencia contra las mujeres y niñas en cualquiera de sus formas (física, psicológica, emocional, económica o sexual) es la dependencia económica, motivada por diversos contextos; como el nivel educativo, la salud, la edad, región que se habita, los usos y costumbres o ser madre autónoma. ONU Mujeres menciona que las mujeres entre 25 y 54 años con al menos un hijo o hija menor de 6 años, sufren “penalización por maternidad” que va aumentando conforme el número de hijos o hijas se tengan; limitando de una u otra manera sus derechos. Trabajar el empoderamiento económico de las mujeres nos acerca al goce de la mayoría de nuestros derechos, no solo en el ámbito material de la vida sino también conlleva un gran impacto psicológico y emocional que el tener autonomía y control sobre nuestro tiempo y decisiones.

Se reconoce por las Instituciones y socialmente que existe una brecha laboral relacionada con el género, lo que nos vuelve constantes en la economía informal, aceptado implícitamente  la ausencia de seguridad social y demás prestaciones laborales que por ley le corresponden a cualquier trabajador  o trabajadora del empleo formal, ya sea en sector público o privado.

Por lo que conforme pasan los años la tasa de emprendimientos iniciados por las mujeres, va en aumento. Si bien por una parte es indicador de que más mujeres estamos trabajando en la construcción de caminos de bienestar y mejora de calidad nuestras vidas; también es un grito de independencia y confianza para nuestro género.

Emprender implica esfuerzo, emprender siendo mujer mariposa, implica esfuerzos extra-ordinarios que de la misma manera dan resultados fuera de lo común. Nuestro mayor motivador es la pasión, combinada con necesidad y un poco de hartazgo, ahí radica la diferencia total de los emprendimientos que ofrecemos al mundo.

Lo dijo Hillary Clinton: “Las mujeres son el talento más grande y desaprovechado del mundo”.

Soy creyente de que el nivel educativo nunca ha sido un factor real y determinante (nos hicieron creer que sí) para la mejora de nuestra economía y libertad financiera, no niego que nos enfrentamos a más obstáculos pero  el ser conocedoras de tantas actividades por los diversos papeles que debemos desarrollar en el día a día nos hace vivir las problemáticas y pensar en soluciones para cada una. Radicando muchas veces ahí el secreto para comenzar un emprendimiento que aporte y tenga resultados exitosos.

Nos hace falta sabernos  y creernos poderosas, poner en silencio un ratito el mundo y olvidarnos de la aprobación y escuchar nuestras inquietudes porque esos son los verdaderos anhelos cargados de  ímpetu para salir al mundo y mostrar nuestros dones, talentos y habilidades para ser agentes de cambio.

Somos seres sociales que se olvidan de su individualidad, esa cargada de autenticidad que nos hace vivir en plenitud.

Es de vital importancia ir cerrando esas brechas laborales desde donde sea que nos desarrollemos, disminuir las cifras de trabajo vulnerable o informal con sueldos justos. Como mujeres profesionistas, emprendedoras o empresarias, ser socialmente responsables y sororas, garantes de trabajos dignos.

Que de manera consciente reconozcamos el privilegio que vivimos  y empaticemos con las diversas realidades existentes; lo que nos dará oportunidad de aportar a la mejora de la vida de alguien como nosotras.

Comprometernos con el crecimiento de una y de todas, que la construcción de redes de apoyo tenga como prioridad también la independencia económica y retarnos a implementar programas de re educación así como sistematizar nuestras empresas o emprendimientos para ser fuentes de empleo digno, dejando de lado crear vacantes determinadas por la edad, por el nivel educativo, número de hijos, etc.

Por último, es importante señalar que la diversidad es lo que nos hace funcionar como sociedad y que las cuestiones de género nos competen a todos, por eso la importancia de ser grandes líderes, con escucha activa, que piensan fueran de la caja y se van adaptando con el paso del tiempo para crear oportunidades acorde a las necesidades de la época, aportando un granito de arena para vivir en el mundo que todos soñamos, creando cambios positivos, construyendo espacios seguros, equitativos y justos para todos.

“Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos de pie.”-

Emily Dickinson,

Título:   Sé tu propio palacio o el mundo será tu prisión. (John Donne)

Autora: FRIDA MILITZA

País: MÉXICO