Elegí emprender como un acto de amor propio

“Todo lo que te propones lo puedes lograr”.

Desde mi vivencia, pocas experiencias te retan y precisan a crecer intensamente a un ritmo tan vertiginoso como el acto de EMPRENDER, teniendo en cuenta que para hacerlo exitosamente eliges no solo adquirir conocimientos, especializarte en un arte, contar con habilidades comerciales, administrativas y de servicio.

Necesitas además destacar diversas virtudes y características intrapersonales como la seguridad personal, la capacidad de tomar riesgos, el ímpetu, el amor propio, la empatía, el saber escuchar, la capacidad para relacionarte y la calidez humana entre otros.

En fin, todo un cumulo de procesos emocionales que a lo largo del tiempo de madurar un proyecto o negocio propio te invitan a convertirte en una mejor versión de lo que eras antes.

Emprender es ser creativa, salir de la zona de confort, es buscar materializar un sueño y vivir desde la pasión de construir algo propio que te permita trascender y, lo más importante, tener calidad de vida a nivel personal y familiar, en mi concepto es la manera de sentirnos auto realizados y tener éxito.

Y esto, sumado a ser una mejor versión de sí misma, a cultivar la belleza interior, a motivar a la mujer a cuidarse y amarse realzando la belleza exterior, teniendo como propósito de vida servir a los demás, colocando el amor por la familia como pilar fundamental de la sociedad, fue la motivación de Alexandra Vargas, la mujer que quiero resaltar como emprendedora en esta columna.

Hoy destacamos esta mujer mariposa, guerrera, esposa, madre, profesional, especialista en medicina estética y empresaria. Una mujer con luces, sombras y sueños que eligió abrir sus alas e iniciar una aventura en otro lugar del mundo (España), para especializarse en su arte, conocer personas, aprender de sus experiencias y luego regresar a su país, al bello cielo que la vio nacer, su amada Tunja, Boyacá.

En Colombia, con la dulzura en su mirada, su alma de guerrera, el ímpetu que nace desde su corazón y el amor por todo lo que hace, Alexandra decidió EMPRENDER… “Yo también puedo hacer mi empresa”, fueron sus palabras hace siete años. Ha pasado el tiempo y hoy cuenta con una clínica que lleva por nombre su marca personal, genera empleo a once personas, entre ellas nueve mujeres cabeza de hogar y tres hombres, seres humanos que con una mágica sonrisa, amabilidad y sensibilidad en el alma no solo ofrecen un servicio a los pacientes, sino que también con empatía, respeto y amor los saben escuchar.

Así, día tras día, enseñan el valor de cuidar “el templo” que es nuestro cuerpo y resaltan la belleza de forma integral de adentro hacia fuera. Alexandra logró un reconocimiento de la Fundación Iberoamericana Mujer Mariposa por su compromiso y liderazgo, por ser referente para otras mujeres. Tal como ella misma lo manifestó a un medio de comunicación: “Todo lo que nos proponemos lo podemos lograr, no permitas que nadie te diga lo contrario.”

Twitter @neira_albita

Por Albita Neira

Directora Fundación Iberoamericana Mujer Mariposa